Es un alcaloide de origen vegetal que se encuentra en plantas como el peyote o el San Pedro. Tiene propiedades psicodélicas y alucinógenas. La mescalina pura tiene el aspecto de pequeños cristales de color blanco rosáceo y sabor muy amargo.
Se consume por vía oral, chupándola, o intravenosa, es decir, inyectada. Uno de sus efectos es instalándose en los receptores de esta droga cerebral ocasionando alteraciones en la conciencia y en la percepción, principalmente a nivel visual.
Produce mezclas de forma y color. Hay una primera fase de euforia ante las nuevas sensaciones percibidas. Luego, sobreviene un período de serenidad mental y lasitud muscular, donde la atención se desvía de estímulos perceptivos para orientarse hacia la introspección y la meditación.
